
Primero un aire argentino, Edgardo Cardoso, con su toque melancólico y un arte a la guitarra que me recordaba a los fados portugueses en alguna canción. Después Luz Marina Posada, una cantautora de Medellín con una preciosa voz que hizo cantar al público con sus letras entre poesía y protesta.
Ha sido una buena tarde noche, hasta el sábado habrá conciertos por la ciudad y a ver si conozco un poco más de la música latinoamericana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario