
El puntazo lo pusieron los mariachis que nos hicieron bailar a todos entre risas y copas. Para acabar nos vamos a La Ruana de Juana, un rumbeadero donde parece que estamos en Navidad todo el año, miles de bombillas de colores por todo el local y la gente bailando alrededor de las mesas ritmos latinos como cumbia, merengue y salsa.
Realmente me lo pasé en grande, y aunque no puedo enseñaros paisajes idílicos de este fin de semana, me vino bien descansar de viajes y salir a rumbear.
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