Nos vamos del paraíso! Salimos temprano para tentar a la suerte y encontrar ballenas, y después de que unos delfines nos acompañasen haciendo acrobacias (la foto del salto está borrosa pero tenía que ponerla) las vimos muy cerca, la ballena y el ballenato. El ruido que hacen cuando respiran es muy relajante y al poco aparece el lomo y con suerte la cola. Es un espectáculo maravilloso!
En lancha llegando a Nuquí vemos a los indios en canoa, saliendo del precioso río donde está el puerto turístico. Un último paseo y se ven banderitas de colores en la calle principal, la única asfaltada, que quedaron de la fiesta del Amor y la Amistad celebrada el sábado. Adiós a Nuquí y su gente amable y atenta, ya estoy deseando volver!
Antes de irnos al aeropuerto compro algunas artesanías de los indios Embera, que recorren la selva durante días para llegar a Nuquí y vender sus maravillosas cestas de werregué, una laboriosa tarea en fribra que recuerda a África. También pulseras de tagua, una semilla dura que parece marfil, y tallas de madera de tortugas, ballenas, delfines y otros animales del parque.
Después al aeropuerto donde está nuestra avioneta. Os dejo unas fotos para que lo veais. Que pena me da irme porque he sabido lo que es el relax absoluto, sin móvil, ni internet, ni tráfico... Nos vamos como harán las ballenas en estas semanas, recorriendo 8000km hasta las frías aguas del polo sur en busca de alimento, pues aquí no lo tienen y 4 meses es una dieta dura. Pierden 12 toneladas en el tiempo que pasan aquí pero les compensa por tener a sus crías y aparearse.
El Chocó es un paraíso sin explotar y eso es lo que hace que sea único. Si puedes no dudes en visitar el Golfo de Triburgá, de Cabo Corrientes a Bahía Solano tendrás asegurado un viaje inolvidable.
Pelícanos sobrevolando el océano
Un delfín acercándose a la lancha
Los delfines nos acompañaron para despedirnos
Y un salto increíble
Una ballena enseñando la joroba
Toca respirar, un sonido espectacular y emoción esperando verla
Apareció
Por último la cola
No estaba sola, enseñaba al ballenato a respirar
Los embera en la canoa saliendo de Nuquí
Sus ropas coloridas los hacen reconocibles
Puerto turístico de Nuquí
El aeropuerto
La calle principal
Puesto de artesanías
Dibujo del Golfo de Tribugá
ya llega nuestra avioneta
Y no me podía despedir de otra forma, al estilo ballena con una preciosa cola asomando entre las olas
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