jueves, 3 de octubre de 2013

Algo se muere en el alma...

"Algo se muere en el alma cuando un amigo se va" decía la famosa canción.  En este caso sería "...cuando dejo esta ciudad". No se por donde empezar ni como escribir esto sin soltar la lagrimilla pero ya es mi última entrada de este blog desde Medellín, y me da mucha pena terminar esta aventura.

A los que me habéis leído, y escrito mensajes desde la lejana España,  deciros que muchísimas gracias.  Me habéis hecho sentir muy querida y acompañada,  y la ilusión que me invade cuando algún amigo me dice que lee este blog y que le gusta no tengo palabras para describirla.

Los más cercanos sabéis que llegué con miedo a Colombia por varios motivos.  El primero la falta de información sobre este país,  si te fías de las noticias sólo escuchas lo malo y no viajas a prácticamente ningún sitio. Pero eso no era el principal miedo, temía venir sola y no pasarlo bien, dos meses puede ser mucho tiempo si estás triste. Ahora puedo decir que me supo a poco y aparece la primera lágrima,  "que pena con ustedes"!

Mi principal motivo en este viaje era hacer una estancia de investigación en la Universidad de Antioquia. Este tipo de estancias son una lotería porque podría haber pasado los dos meses sin hacer nada pero me tocó el premio gordo. No sólo fue una gran experiencia profesional enfrentarme a nuevos problemas en el laboratorio,  fue aprender una nueva forma de trabajar sin estrés,  con ilusión e imaginación.  Pero con lo que me quedo es con los compañeros,  ahora ya amigos,  que me acogieron como a una más y me hicieron sentir especial con todas sus atenciones, las salidas a horas muy tempranas para conocer Antioquia, las risas, los chistes y un fin de semana sin parar de comer en Manizales. Alejo, John Fredy, Edgar, Walter, Augusto y Alberto (el otro invitado extranjero) sólo puedo daros las gracias,  os llevo en el corazón para España y espero volver a veros pronto aquí, allí o donde la óptica nos vuelva a juntar!

Raquel, mi primer apoyo en la ciudad, incluso antes de venir, nunca olvidaré tu consejos y que te quedases siempre pendiente de la matrícula del taxi en el que me iba. Ya tienes otra amiga en Ourense! Y por supuesto gracias por presentarme a los demás españoles emigrados en Medellín. Sois un grupo genial, un pedacito de España para no sentir tanta morriña. Volveré para ir de rumba con vosotros, echar unas risas y tomar unos tragos!

Mi casa en la Floresta,  Yellow House Hostel, ha sido lo más parecido a un hogar pero permitiendo que conociese a mucha gente de todo el mundo (Thomas, Karl, Roberto, Sergio, Brandon, Bennett y montón más), que aprendiese muchas cosas y practicase inglés. Y gracias Vincent por tu hospitalidad, me llevaría a los perros en la maleta pero no me vas a dejar. Tomás y Matías, siempre pidiendo mimos y acompañándome, os voy a extrañar mucho, mucho, mucho.

Y del país que más os puedo contar. En mis escapadas viví experiencias únicas,  sentirme como un personaje de una novela de Gabo en Cartagena de Indias, nadar por la noche en la laguna encantada en las Islas del Rosario y creer que era un sueño,  pasear por la Playa de Terco entre cangrejos rojos que se escapan y no imaginar que hubiera un sitio más hermoso, relajarme escuchando respirar a las ballenas y emocionarme al verlas, descubrir miles de sabores nuevos, conocer colombianos maravillosos (la familia Vélez, Luisa, César, la familia de Camilo)...

Y entre tantas cosas bonitas que tiene que ofrecer Colombia lo mejor es la gente. ¿Quién dice no a probar una comida nueva si te animan con un "Hágale mija"? Los colombianos, en especial los paisas, te abren la puerta de sus casas y eres una más de la familia. El país donde todos los favores y las atenciones son "Con mucho gusto", los saludos interminables "Buenos días,  como está?  Bien o no? Lo pasó rico?" te hacen sentir una sosa al contestar con un simple bien. Su rumba, su alegría,  su forma de ver la vida y vivirla, los piropos "linda, niña bonita, preciosa" en cualquier momento inesperado, que te saquen a bailar y la paciencia para enseñarte entre pisotones, sentir que eres una dama porque siempre te abren la puerta para que pases primero, que te recuerden que los españoles les cambiamos el oro por espejos pero que somos muy "queridos"... todo eso que voy a echar tanto de menos y os hace tan únicos.

Gracias Colombia por abrirme los ojos y hacerme consciente de que se puede ser feliz con muy poco, por enseñarme a disfrutar de viajar sola, por tus flores, por la selva, por el Caribe y el Pacífico, por los atardeceres más bonitos que he visto, por la calidez de los paisas, por las panelitas de coco, por los mil sabores de frutas tropicales,  por la eterna primavera, por los paisajes de cuento,  por la rumba, por la música y por dejar que te viva y te sienta. Nunca olvidaré esta experiencia. Tienen razón cuando dicen que el riesgo de este país es que te quieras quedar.

Sólo me queda despedirme a lo colombiano pero acompañando a mis lágrimas tengo una sonrisa por los recuerdos que me llevo.

"Hasta luego, que estén bien"

martes, 1 de octubre de 2013

Mis fotos favoritas de Colombia

Estoy seleccionando entre las miles de fotos que hice en este viaje las que más me gustan, es una tarea difícil pero poco a poco estarán todas. Os dejo el enlace a las que subo a Facebook y que me encantan, espero haber reflejado los lugares tan bellos como son y no quedarme corta.

El transporte de Medellín


Acostumbrada a ciudades en las que vas a pie a todos lados se hace difícil estar pendiente de los medios de transporte. Es curioso como poco a poco te vas adaptando a ellos. Aunque me gusta caminar y el clima aquí es agradable para ello, es importante tener en cuenta que hay zonas de la ciudad que no son seguras, sobretodo por la noche. Antes de ir a una zona de la ciudad conviene informarse del ambiente que se respira, es frecuente escuchar que en el centro hay que andar con cuidado, el bolso delante y el celular guardado.

El museo del Castillo

En Medellín, en el barrio del Poblado,  hay un castillo.  Suena raro porque aquí no hubo reyes ni reinas, que no sean de la belleza,  y es que realmente no lo es. El que mandó construir esta casa era un hombre enamorado de los castillos de Francia, se trajo los planos de sus épocas de estudiante en París y en la loma de los Balsos se hizo su mansión.  La pena es que sólo vivió 8 meses allí pues falleció,  su viuda se lo vendió a Diego Echavarría, un multimillonario loco por la música.

viernes, 27 de septiembre de 2013

No todo es merengue y cumbia

Tengo que agradecer a Roberto Camargo, un músico colombiano que se hospedaba en el hostal, la invitación a un concierto del Festival Internacional de Música Itinerante. Hoy estuve en el Centro Cultural de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia escuchando a dos cantautores.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Las ballenas Yubarta

Nos vamos del paraíso! Salimos temprano para tentar a la suerte y encontrar ballenas, y después de que unos delfines nos acompañasen haciendo acrobacias (la foto del salto está borrosa pero tenía que ponerla) las vimos muy cerca, la ballena y el ballenato.  El ruido que hacen cuando respiran es muy relajante y al poco aparece el lomo y con suerte la cola. Es un espectáculo maravilloso!

martes, 24 de septiembre de 2013

PNN Ensenada de Utría

Pensaba que nuestro plan se había estropeado cuando a las 6:30 me despertaron los truenos, hoy íbamos a conocer el Parque Natural Nacional Ensenada de Utría pero amanecimos con una tormenta eléctrica justo encima. Después de desayunar una arepa con huevo y chocolate se calmó un poco y salimos en la lancha. Por el camino vimos un pájaro surfista y a lo lejos un chorro muy fuerte que salía del agua, al poco una ballena se asomó a saludar.